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Taller del mes: AMC Performance Garage Además de los “fierros”, desde el acero hasta todas sus latas, la interacción de los fluidos es fundamental en un vehículo. Su presencia es indispensable en el funcionamiento de un motor, pero deben cumplir varias exigencias para que el trabajo sea adecuado. Por lo mismo, los filtros automotrices son componentes clave para el buen andar.
Como fluido, se entiende toda aquella sustancia “que se deforma de manera continua cuando es sometida a un esfuerzo de corte o fuerza tangencial”. Ciertamente, corresponden a dicha calificación tanto los líquidos (incompresibles) como los gases (compresibles).
“Un fluido es un cuerpo que tiene la capacidad de fluir, careciendo de toda rigidez y elasticidad”, recuerda Ingeniería Química Reviews. “Debido a estas características, cede inmediatamente ante cualquier fuerza que altere su forma, adoptando la forma del recipiente que lo contiene”, añade el blog.
El fluido más esencial es el aire, que aporta el 21% de su composición de oxígeno para la combustión de la gasolina o el diésel. También lo integra el nitrógeno (78%), el argón (1%) y los llamados “gases traza”, como el dióxido de carbono y el metano. Sin embargo, puede llegar a contener entre 0,1% y 4% de vapor de agua, entre otras impurezas muy nocivas para cualquier motor.
Los fluidos líquidos involucrados en la operación de los motores y los vehículos son el combustible, con la gasolina y el diésel entre los más empleados, y el aceite, en sus distintas formas y aplicaciones.
La función de los filtros automotrices es atrapar el polvo y los contaminantes del aire, así como las impurezas del combustible y el aceite del motor. “Si los filtros de su vehículo no se reemplazan a tiempo, no funcionarán correctamente y, al final, podrían tener un impacto en la mecánica”, advierte Champion.
¿Qué filtros tiene un vehículo? Sin excepción, todos llevan en distintas zonas un filtro de aire, un filtro de combustible y un filtro de aceite. Los equipados con aire acondicionado también cuentan con un filtro de polen, denominado indistintamente filtro de cabina, filtro de habitáculo, filtro para interiores o filtro antipolen.
Exclusivo de los motores diésel es el filtro de partículas. También es conocido como DPF, por la sigla en inglés “diesel particulate filter”, o bien como FAP (“filtro antipartículas”). Otro componente importante es el decantador de combustible (o prefiltro), cuya misión es evitar que la contaminación del carburante llegue al sistema de inyección.
Es probable que más de algún purista consideren dentro de los filtros automotrices al convertidor catalítico. Si bien recibe y purifica los gases de escape que recibe del motor antes de expulsarlos al ambiente, esta pieza tiene una función más química que eminentemente física.